lunes, 3 de septiembre de 2012

EL SUEÑO DE ELPIS... Guión museológico. Estrategias de representación...


GUIÓN MUSEOLÓGICO y MODOS DE INTERVENCIÓN

Por Pablo J. Rico, Curador de “El sueño de Elpis”

El guión museológico del proyecto “El Sueño de Elpis” se basa en los diversos aspectos, condiciones y experiencias estéticas apuntadas como absolutamente referenciales en mi ensayo-guión curatorial “En el hogar de la esperanza. Un ensayo seminal sobre las condiciones e intenciones del proyecto El sueño de Elpis”… Considero que mi intervención museológica debe propiciar la consecución de todas o buena parte de las ideas e intuiciones allí señaladas. Para ello seguiré la siguiente “hoja de ruta”…

Preparación del recinto, MATRIA, la antigua casona en la calle Murguía en Oaxaca, alterando mínimamente su estado actual, sólo interviniendo en su “limpieza” y acondicionamiento en función de las obras artísticas conocidas y previstas, cambiando o retirando sólo aquellos elementos que interfieran decisivamente bien en la seguridad de las personas o en la correcta presentación de las obras.

Todas las obras expuestas e intervenciones artísticas previstas deberán beneficiarse de los efectos temporales y ambientales que se producen normal y espontáneamente en el recinto, atendiendo naturalmente a su evolución y cambio a lo largo de las estaciones y del día: valoración de las sombras, de las horas de mayor intensidad luminosa, de las distintas posibilidades de la noche, de la posición lunar a lo largo de los meses que dure el proyecto, etc…

Remarcar los ciclos cotidianos “Día/Noche”, considerar el hecho de que algunas obras sólo se podrán “ver” durante el día y otras sólo durante la noche… Resaltar especialmente las nociones de visibilidad e invisibilidad apuntadas en mi ensayo curatorial, así como las nociones de contigüidad virtual, de convivencia formal, de presencias “distintas”, lo que es decir realidades y existencias diversas, contiguas y autónomas… En algunos días especiales (en sus noches) deseo “instaurar” para los visitantes la experiencia del ciego de la que habla Derrida y recojo en mi ensayo curatorial. Ese tacto que ve, mejor dicho, que prevé, y nos permite intuir el futuro, hacer visible lo invisible. Todo eso que nos da esperanza todavía…

Disponer de una significativa cantidad de obras “inmateriales”, sobre todo músicas y sonidos, imágenes proyectadas, vídeos y films, sombras, “salpicados” en toda la extensión y dimensiones del recinto, que establezcan sutiles “vibraciones” en todo el espacio, y sean eficaces estímulos para los espectadores y visitantes, para intensificar su precepción estética y sensorial. Estas obras “inmateriales” procederán sobre todo de artistas invitados a los que se solicitará su colaboración y presencia sólo con sus obras, a modo de “documentos” artísticos referenciales, huellas de su trabajo creativo ajeno a las condiciones específicas de nuestro Proyecto, de su realidad fenomenológica en Oaxaca. Estableceré todo tipo de estrategias y técnicas curatoriales para remarcar sus valores y cualidades como “sombras”, “rumores”, “huellas”, “hallazgos azarosos”, “objetos perdidos”… Estás voces e imágenes “exteriores” deben ser como espectros y fantasmagorías, apariciones, realidades “esotéricas” que dialoguen a su manera con los artistas participantes efectivamente en el proyecto, los espectadores, cualquiera que disfrute de la experiencia de nuestro proyecto.

Todas estas estrategias, “analógicas” y “digitales”, su vibración e interferencias, deben servir para remarcar las posibilidades de nuestro espacio “MA”, en el sentido espiritual japonés que he señalado en mi ensayo curatorial… Ese estar en el límite, entre lo interior y lo exterior, entre dentro y fuera, entre lo privado y lo público, entre el aquí original y el allí trasladado, es estar en proceso de… en transformación. No es estar apenas en medio o en un medio, sino ser el propio medio: el “mi-lieu”. El “mi-lieu” no sería ni un “lugar” ni un “no-lugar”, sería ambos y cada uno simultáneamente. Constituir este espacio “entre”, intermediario, en medio de dos espacios y situaciones tan distintos como contiguos —“el lugar”, como algo identitario, histórico, relacional, y el “no-lugar” (lo que no puede definirse con tales condiciones)––, y el pasaje de uno a otro, es uno de los aspectos de mi proyecto museológico que sin duda trataré obtener… Y no sólo para crear un espacio físicos-metáfora, sino sobre todo para proporcionar la experiencia de habitar “entre”, de estar levitando “entre” a los espectadores y visitantes…

Trabajaré con muchos de los principios del “jardín japonés” tanto tradicional como contemporáneo, al fin al cabo se trata de crear un huerto-jardín en donde experimentar nuestras percepciones estéticas y todo tipo de sensaciones y sentimientos “terapeúticos” a través del arte. Desde luego habrá orden, número, concordancia, búsqueda de la armonía, relaciones de todo tipo, aunque las instalaciones puedan parecer en muchos casos fruto del azar, de la contingencia natural, del capricho… Todo estará ligado con sutiles hilos referenciales…

Ser el curador, el responsable de la museología de este proyecto tan especial, es como ser jardinero y hortelano. A veces hay que dejar hacer a la naturaleza… otras hay que limitar su potencial exuberancia, su fatídica capacidad de concentrar la vida, aunque sólo sea unas horas, unos días, una estación… Todo esto significa también “estar en proceso”, como las obras artísticas, como la naturaleza. Mi responsabilidad curatorial y museológica estará sin duda siempre “en proceso”, no hay seguridades ni reglas a priori. El Arte es un sistema de creencias, sobre todo…
 
Xu Bing y Pablo J. Rico, 2004: el artista y su curador... Play it by Trust (Juega con confianza)
 

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